Las voces de la vecina Isabel que se extinguieron como la hoguera, el ladrido del perro que fue atropellado la mañana de abril, la primera caída del olivo, el segundo juego con mi hermana o un tercer bocado en los labios...la vigésimo quinta vez que hice el amor contigo, el primer día que recé en la capilla del monasterio profanado por los franceses... ¿a dónde se va la vida una vez que ha pasado?, ¿en que cajita se acoge mi memoria?, ¿dónde quedó aquel encuentro furtivo por los campos, la noche en vela antes del viaje, aquella injuria sufrida? Siento que fluyo a un no se dónde, dejando huellas en arena agitada por el viento. Cada mañana el despertar salino borra mis mil detalles infinitos y esenciales...tengo que seguir respirando.
Sólo el amor
Para Leland H. Chambers
La angustia es siempre
indocumentada ave
que se aposenta
mirando ansioso a todas partes.
Sólo al mirarse de frente
en el trémulo pozo del alma
hasta embarrarse de luz
la médula del ser
brota un largo beso de sombras
permeado de ígneas ráfagas
que son alas de una gran emoción.
Comprendemos maravillados
que a fin de cuentas
por encima de todo
sólo el amor nos salva.
Denver, Colorado
24 de abril de 1988
Para Leland H. Chambers
La angustia es siempre
indocumentada ave
que se aposenta
mirando ansioso a todas partes.
Sólo al mirarse de frente
en el trémulo pozo del alma
hasta embarrarse de luz
la médula del ser
brota un largo beso de sombras
permeado de ígneas ráfagas
que son alas de una gran emoción.
Comprendemos maravillados
que a fin de cuentas
por encima de todo
sólo el amor nos salva.
Denver, Colorado
24 de abril de 1988
Richard Avedon |
Enrique Jaramillo Levi
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